domingo, 26 de octubre de 2008

TEORÍAS SOBRE LA OPINIÓN PÚBLICA

República Bolivariana de Venezuela
Ministerio del Poder Popular para la Educación Superior
Universidad Católica Cecilio Acosta
Programa: Comunicación Social
Mención: Desarrollo Social
Maracaibo, Estado Zulia







TEORÍAS SOBRE LA OPINIÓN PÚBLICA




Integrante:
Ronimar Bastidas
C.I. 17.827.632
Sección: 2
Prof. Radamés Larrazábal

Octubre, 2.008
INTRODUCCIÓN
La opinión pública es la tendencia o preferencia, real o estimulada, de una
sociedad hacia hechos sociales que le reporten interés.
La opinión pública ha sido el concepto dominante en lo que ahora parece referirse a la comunicación política. Y es que después de muchos intentos y de una más o menos larga serie de estudios, la experiencia parece indicar que opinión pública implica muchas cosas a la vez; pero, al mismo tiempo, ninguna de ellas domina o explica el conjunto. Además, con el predominio de los
medios de comunicación modernos, en una sociedad masificada el territorio de la opinión parece retomar un nuevo enfoque.
También es necesario considerar que la opinión pública tiene una amplia tradición como campo de estudio. Y aun cuando se relaciona estrechamente con la comunicación política, se diferencia de ésta. Es decir, la opinión pública constituye sólo un sector dentro del amplio espectro de la comunicación política.












1. TEORÍA DE LA AGUJA HIPODÉRMICA
La teoría de la aguja hipodérmica es una teoría acerca del efecto de los
medios de comunicación de masas sobre la opinión pública, elaborada en una serie de estudios, que no son empíricos ni teóricos. Realizados a finales de 1920 para analizar la influencia de los mecanismos de propaganda en la participación ciudadana masiva en la Primera Guerra Mundial. Estos estudios formaron parte de la primera ola de análisis sobre la Comunicación relacionados con los simultáneos desarrollos sociológicos y psicológicos sobre el concepto de masa; las conclusiones de los mismos se expresaron en las reflexiones de Harold Lasswell en Propaganda Techniques in the World War ("Técnicas de propaganda en la guerra mundial",1927), donde afirma que la propaganda, permite conseguir la adhesión de los ciudadanos a unos planes políticos determinados sin recurrir a la violencia, sino mediante la manipulación. Por otra parte, entiende la comunicación en términos propagandísticos como la forma más eficaz de mediación.
Orígenes
La teoría hipodérmica es una teoría
post hoc ya que se define después de la I Guerra Mundial, después de ver los efectos que tuvo la propaganda en este conflicto.
La I Guerra Mundial supuso un gran despliegue de armas, de dinero, etc. y fue una gran pérdida social. En ese momento,
Gran Bretaña y EE. UU. no habían sufrido una guerra en mucho tiempo.
Otra particularidad de esta guerra es que se dio muy cerca de la población civil, por lo que se hizo necesario darle una importancia a la guerra que en realidad no tenía. Para ello se utilizó la propaganda en una sociedad en la que los vínculos eran cada vez más difíciles, para convencer a la gente de que diese su vida en un conflicto mundial que, finalmente, sólo sería beneficioso para unos pocos.
Al finalizar la guerra, en Gran Bretaña, EE.UU. y
Alemania se empieza a reflexionar sobre este bombardeo enorme de propaganda, como medio para manipular a la gente, por parte de los gobiernos y de los medios de comunicación, y se inicia así la crítica y la formulación de la teoría.

Características
Los procesos irracionales que explica el paradigma neurobiológico; las características de una sociedad de masas, marcadas por el aislamiento y la
enajenación; y el desarrollo espectacular de los medios de comunicación hacen que la teoría hipodérmica sea perfectamente razonable en este contexto.
Con ello se ve que la manipulación es posible. El mensaje se vehiculará por los medios de comunicación de masas. Es posible crear un estímulo, un mensaje, tan fuerte que se "inyecte" (de ahí el nombre de "hipodérmica"): es posible dar en el blanco. Entre el
emisor y el receptor, entre el estímulo y la respuesta, no hay ninguna intermediación que impida conseguir los objetivos, hay una relación directa de causa-efecto, algo mecánico, un vacío. De modo que la manipulación es posible porque frente a un poder enorme de medios de comunicación de masas no hay ningún elemento de resistencia.
¿Cómo funciona la teoría hipodérmica?
En la
sociedad de masas el individuo se queda impotente para elaborar de forma específica los mensajes que llegan de los medios de comunicación de masas, por eso es posible hablar del modelo conductista de Estímulo-Respuesta. Los medios de comunicación son los emisores de un mensaje que se hace llegar a los individuos de una sociedad. Los mensajes pasan por debajo de la piel sin ningún problema: el mensaje como estímulo que provoca una reacción. Como emisores del mensaje, o de los mensajes, los medios de comunicación o los gobiernos (instituciones públicas o privadas), quienes articulan esos mensajes, quieren provocar ciertas reacciones.
La masa está constituida por individuos juntos que están separados y que no tienen capacidad de captar los mensajes que proceden del emisor de forma invisible. El conductismo habla de reacciones iguales de los individuos ante estímulos determinados: Emisor - mensaje - Receptor. Las implicaciones de este modelo son:
1. El aislamiento, la individualidad, la falta de interacción, la pasividad.
2. La unidireccionalidad.
3. La asimetría de los roles: la acción es del emisor que envía el mensaje (produce el estímulo); la pasividad está en el receptor porque sólo lo reciben y reaccionan de forma uniforme.
4. La comunicación es un proceso intencional, que busca un efecto concreto y que es medible porque da lugar a una conducta visible, relacionada con el objetivo del emisor.
La conclusión que se puede sacar de ello es que la iniciativa está exclusivamente del lado del emisor y los efectos sólo del lado del receptor.
La formulación que Lasswell plantea para analizar la comunicación de masas es: quién (emisor) dice qué (mensaje), a quién (receptor), con qué medio y con qué efecto. Estas preguntas son suficientes y cruciales. Para la teoría hipodérmica la cuestión fundamental es el análisis de los mensajes.

2. TEORÍA DE LA AGENDA MEDIÁTICA
La teoría de la agenda-setting postula que los medios de comunicación de masas tienen una gran influencia sobre el público al determinar qué historias poseen interés informativo y cuánto espacio e importancia se les da. El punto central de esta teoría es la capacidad de los mass media para graduar la importancia de la información que se va a difundir, dándole un orden de prioridad para obtener mayor audiencia, mayor impacto y una determinada conciencia sobre la noticia. Del mismo modo, deciden qué temas excluir de la agenda.
Más claramente, la teoría del "establecimiento de la agenda" dice que la agenda mediática, conformada por las noticias que difunden los medios informativos cotidianamente y a las que confieren mayor o menor relevancia, influye en la agenda del público.
Es decir, que los temas que son relevantes para los medios se convierten en temas importantes para el público.
La teoría de la agenda-setting es el resultado experimental de una tesis que, a manera de metáfora, planteó Cohen: los medios (informativos) pueden no acertar al decirnos cómo pensar sobre un determinado tema, pero sí cuando nos dicen sobre qué pensar.
La Agenda-setting conforma toda una teoría que surge a finales de los años sesenta y se ha convertido en la teoría principal para la explicación de la influencia de los medios de comunicación sobre la formación de la opinión pública.
Existen dos niveles dentro de la agenda setting, que corresponden a dos etapas de investigación bien desarrolladas.
El primer nivel se concentra en los temas: Su hipótesis es que los medios nos dicen sobre qué pensar.
El segundo nivel investiga sobre los aspectos o atributos en los cuales enfatizan los periodistas al informar sobre los hechos: su hipótesis es que los medios nos dicen qué pensar.
El planteamiento definitivo de este tema, perteneciente a la investigación social, se debe a dos norteamericanos: Maxwell McCombs y Donald Shaw, que en 1972 publicaron el trabajo titulado "The Agenda-Setting Function of Mass-Media" en la revista Public Opinion Quaterly.

Impacto de la Teoría en sus 2 niveles
1. Lo que no entra en la agenda de los medios NO existe.
2. Los aspectos que seleccionan y en los que ponen su atención los medios afectan la percepción que tiene el público respecto de estos asuntos.
3. Determinar el modo en que se encuadra un asunto –establecer las normas básicas para su deliberación – puede afectar significativamente el desenlace final.
El gran papel de la agenda setting para los medios informativos: identificar los asuntos más importantes del día y la agenda completa de atributos de esos asuntos. Eso implica investigar más, pero también informar mejor.

3. TEORÍA ESPIRAL DEL SILENCIO
La Espiral del silencio es una
teoría de ciencias políticas y comunicación propuesta por la politóloga alemana Elisabeth Noelle-Neumann. La teoría declara que es menos probable que un individuo dé su opinión sobre un determinado tema entre un grupo de personas si siente que es parte de la minoría, por miedo a la represión o aislamiento por parte de la mayoría (Anderson 1996: 214; Miller 2005: 277).

Estructura Básica
Los individuos utilizan lo que es descrito como una "habilidad innata" o sentido cuasi-estadístico para medir la
opinión pública (Miller 2005: 278). Los medios de comunicación influyen mucho en la determinación de cuál es la opinión predominante, pues nuestra observación directa está limitada a un pequeño porcentaje de la población. Esta influencia sobre la percepción de los individuos es enorme, aun cuando los medios de comunicación den una interpretación errada de lo que es la opinión pública. (Scheufele y Moy 1999).
Noelle-Neumann describe a la espiral del silencio como un proceso dinámico, en el cual las predicciones sobre la opinión pública se convierten en un
hecho mientras que, gracias a la cobertura de los medios de la opinión de la mayoría, ésta se convierte en el statu quo, y la minoría se vuelve menos propensa a manifestar su opinión. (Miller 2005:278). No obstante, la teoría sólo se puede aplicar a asuntos morales, y no a los temas que pueden probarse como ciertos o equivocados por medio del uso de evidencia.
La espiral del silencio aparece cuando por un tiempo más o menos largo una parte importante de las opiniones se esconden en el silencio por no encontrar el apoyo necesario en el espacio público informativo.

Uso y Limitaciones
Como sólo se aplica a asuntos morales, que tienden a causar respuestas apasionadas incluso en los individuos más reservados, la teoría puede ser utilizada para contener el descontento social sobre asuntos bastantes controvertidos. (Eckstein y Turman 2002; Gozenbach y Stevenson 1994; Gonzenbach, King, y Jablonski 1999; Moy, Domke y Stamm 2001; Shanahan, Scheufele, Fang Yang, y Hizi 2004). A pesar de que puede ayudar a mantener el orden civil, cualquier intento de emplearla conscientemente son esencialmente
métodos de manipulación y coerción.



Excepciones
La teoría enuncia que la gente más educada, o que tiene una mayor influencia y los individuos altivos que no temen al aislamiento, es propensa a manifestarse sin importarle la opinión pública (Miller 2005: 279). Además asegura que aquella minoría es un factor necesario de cambio mientras que la mayoría es un factor necesario de estabilidad, siendo los dos un producto de la evolución.

Investigación Actual
En la actualidad, la mayoría de las investigaciones sobre la espiral del silencio se enfocan en asuntos sociales controvertidos como el
tabaquismo, y el desenlace de los Atentados del 11 de septiembre de 2001. (Shanahan y otros. 2004; Scheufele y Moy 2005). También se enfocan en hechos recientes, y en consecuencia la teoría puede indicar cambios en las normas sociales y las estructuras de valores.
La teoría aparentemente es válida cuando se examinan las culturas
occidentales, pero los estudios han fracasado al no tomar en consideración las diferencias interculturales que pueden incidir en la voluntad de manifestarse del individuo (Scheufele y Moy 1999).

4. TEORÍA SOBRE LOS USOS Y GRATIFICACIONES
La teoría enuncia que la gente más educada, o que tiene una mayor influencia y los individuos altivos que no temen al aislamiento, es propensa a manifestarse sin importarle la opinión pública (Miller 2005: 279).
Además asegura que aquella minoría es un factor necesario de cambio mientras que la mayoría es un factor necesario de estabilidad, siendo los dos un producto de la evolución.
El enfoque toma como punto de partida al
consumidor de los medios masivos de comunicación, más que los mensajes de estos en función de sus experiencias directas. Contempla a los medios del público como usuarios activos de los medios más que pasivamente influidos por ellos. Por lo tanto, no presume una relación directa entre mensaje y efecto, sino que postula entre los medios del público hacen uso de los mensajes y que esta utilización actúa como una variable en el proceso del efecto.
1-. Concibe al público activo.
2-. En el proceso de comunicación masiva es el miembro del público el que activamente selecciona los mensajes.
3-. Los medios compiten con otras
fuentes de necesidades al igual que se da a la competencia entre ellos, para captar la atención de la audiencia.
4-. Las personas son suficientemente conscientes de lo que seleccionan, leem ven y oyen.
5-. La
calidad y la relevancia social de los mensajes no debe juzgarse, ya que los usos que le da el público es superfluo.
Audiencia.
Escoge selectivamente los medios masivos de comunicación.
Juzga los mensajes según sus usos y convivencia.
Medios masivos de comunicación.
Pierde su influencia Mensajes.
Absoluta.
Satisfacen Proporcionan
Necesidades. Gratificaciones.
Usos de los medios masivos de comunicación:
A. Diversión. Escape de la rutina, escape de los problemas, desahogo emocional.
Relaciones sociales. Compañía,
utilidad social, referencia, exploración de la realidad, refuerzo de valores.

5. TEORÍA DE LAS MEDIACIONES
La “teoría de la mediación” es un modelo desarrollado en Rennes, en Francia, en la región de Bretaña, por el Profesor Jean Gagnepain, lingüista y epistemólogo, que viene trabajando en esta teoría desde hace ya unos 40 años. Este modelo teórico presentado de manera metódica por Jean Gagnepain en su obra Du vouloir dire (3 volúmenes) se propone abarcar todo el campo de las ciencias humanas (de hecho, según los mediacionistas, esas disciplinas como la psicología, la sociología, la etnología, etc., no son realmente estudios científicos porque las hipótesis emitidas no son verificables experimentalmente).
El objetivo de esta teoría consiste en construir una modelización coherente de los comportamientos culturales humanos y de llevar a cabo una reflexión epistemológica sobre las relaciones que esos comportamientos mantienen entre sí. Por eso, podemos decir que se trata de un estudio antropológico. Pero los mediacionistas insisten en la verificabilidad de sus hipótesis y para eso han desarrollado un método de refutación de las teorías, el método clínico, en el cual los modelos explicativos tienen que pasar la prueba de la observación dirigida de las patologías. Una de las particularidades esenciales de la teoría de la mediación es justamente la de buscar en el estudio clínico una forma de comprobación experimental, de ahí que se conozca como “Antropología clínica”. Evidentemente, el enfoque clínico está también correlacionado con la observación dirigida de lo normal.
Jean Gagnepain se ha rodeado en la universidad de Rennes de todo un equipo de investigadores y su modelo es utilizado y desarrollado hoy en día, más allá de la Bretaña, por universitarios e investigadores de nacionalidades diversas, en campos disciplinarios muy diferentes que van de las Ciencias del Lenguaje (que algunos erróneamente siguen llamando lingüística) y la psicología (sobre todo la psico-patología) hasta la ciencia del diseño estadounidense, pasando por la arqueología moderna, la “romanística”, la sociología, las artes plásticas, la arquitectura o ciencias con reputación de “duras” como la lógica. Las implicaciones y aplicaciones de este modelo son por lo tanto obviamente trans-disciplinarias o como diría Jean Gagnepain con ese sentido del humor que le es característico la teoría de la mediación cultiva la “in-disciplina”.
Este modelo heurístico fue elaborado inicialmente a partir del estudio del solo lenguaje pero hoy tiene como objeto un conjunto mucho más amplio que abarca todo lo cultural, es decir esa dimensión específica del ser humano que lo distingue de las otras especies vivas. Lo cultural constituye ese orden específico de la realidad, orden en el cual el ser humano es el único participante y que le permite, sin escapar a esa realidad, rebasarla constantemente abstrayéndose de ella.
No hay que ver por lo tanto aquí lo cultural como la suma de las obras esenciales de una sociedad dada, tampoco como el estado general de una civilización dada, sino más bien como el conjunto de las capacidades propiamente humanas que todos los humanos poseen salvo problema patológico, independientemente del momento de la historia o del lugar geográfico en el cual se encuentren. Lo cultural correspondería entonces a la famosa Razón o “racionalidad” comentada y estudiada desde hace siglos por los filósofos. El enfoque mediacionista difiere sin embargo de los filósofos por no ser especulativo sino estrictamente científico.
Los trabajos de Jean Gagnepain muestran partiendo de las enseñanzas del estudio clínico que la razón humana está fragmentada. Es decir que la racionalidad aparece en el hombre bajo distintas formas que la clínica disocia. La razón es lógica, sin ninguna duda, pero también es técnica, étnica y ética, y esos diferentes “planes” de la vida psíquica no se encuentran jerarquizados. A través de esos 4 planes distintos, el hombre mediatiza su relación al mundo (de ahí que se hable de la mediación), es decir que logra tomar una cierta distancia en relación con lo que le transmite sus capacidades fisiológicas inmediatas. Libre entonces de estar sometido a ese modo de aprehensión inmediato del mundo, el hombre construye de cierta manera la realidad de la cual es participante, elaborándola a partir de sus propias capacidades.



6. TEORÍA DE LA MANIPULACIÓN MEDIÁTICA
La afirmación de que el medio de comunicación aísla no es válida sólo en el campo espiritual. No sólo el lenguaje mentiroso del anunciador de la radio se fija en el cerebro como imagen de la lengua e impide a los hombres hablar entre sí; no sólo la réclame de la Pepsi-Cola sofoca la de la destrucción de continentes enteros; no sólo el modelo espectral de los héroes cinematográficos aletea frente al abrazo de los adolescentes y hasta ante el adulterio. El progreso separa literalmente a los hombres. Los tabiques y subdivisiones en oficinas y bancos permitían al empleado charlar con el colega y hacerlo partícipe de modestos secretos; las paredes de vidrio de las oficinas modernas, las salas enormes en las que innumerables empleados están juntos y son vigilados fácilmente por el público y por los jefes no consienten ya conversaciones o idilios privados. Ahora incluso en las oficinas el contribuyente está garantizado contra toda pérdida de tiempo por parte de los asalariados.
Los trabajadores de hallan aislados dentro de lo colectivo. Pero el medio de comunicación separa a los hombres también físicamente. El auto ha tomado el lugar del tren. El coche privado reduce los conocimientos que se pueden hacer en un viaje al de los sospechosos que intentan hacerse llevar gratis. Los hombres viajan sobre círculos de goma rígidamente aislados los unos de los otros.
En compensación, en cada automóvil familiar se habla sólo de aquello que se discute en todos los demás de la misma índole: el diálogo en la célula familiar se halla regulado por los intereses prácticos.
Y como cada familia con un determinado ingreso invierte lo mismo en alojamiento, cine, cigarrillos, tal como lo quiere la estadística, así los temas se hallan tipificados de acuerdo con las distintas clases de automóviles. Cuando en los weekends o en los viajes se encuentran en los hoteles, cuyos menus y cuartos son –dentro de precios iguales- perfectamente idénticos, los visitantes descubren que, a través del creciente aislamiento, han llegado a asemejarse cada vez más. La comunicación procede a igualar a los hombres aislándolos.

Sociedad de masas
A la civilización de los divos pertenece, como complemento de la celebridad, el mecanismo social que iguala todo lo que sobresale de cualquier forma: ambos constituyen los modelos de la confección en escala mundial y de las tijeras de la justicia jurídica y económica, que eliminan hasta las últimas saliencias.
La tesis de que al nivelamiento y a la igualación de los hombres se opone, por otro lado, un refuerzo de la individualidad en las llamadas personalidades dominantes, en relación con el poder de éstas, es errónea y a su vez forma parte de la ideología. Los amos fascistas de hoy no son superhombres sino funciones de su propio aparato publicitario, puntos de entrecruzamiento de las mismas reacciones de millones. Si en la psicología de las masas contemporáneas el jefe no representa tanto el padre como la proyección colectiva y desmesuradamente dilatada del yo impotente de cada individuo, las personas de los amos corresponden efectivamente a tal modelo.
No es por azar que tienen aire de peluqueros, actores de provincia o periodistas de ocasión. Parte de su influencia moral deriva justamente del hecho de que ellos, impotentes en sí mismo y similares a cualquier otro, encarnan –en sustitución y en representación de todos- la entera plenitud del poder, sin ser por ello nada más que los espacios vacíos en lo que el poder ha venido a posarse. No es tanto que sean inmunes a la ruina de la individualidad, sino más bien que la individualidad en ruina triunfa en ellos y se ve de alguna forma recompensada por su disolución.
Los jefes se han convertido completamente en lo que siempre fueron un poco durante toda la época burguesa: actores que recitan el papel de jefes. La distancia entre la individualidad de Bismarck y la de Hitler no es inferior a la que existe entre la prosa de Pensamientos y recuerdos y la jerga ilegible de Mi lucha. En la lucha contra el fascismo no es tarea sin importancia la de reducir las imágenes hinchadas de los jefes a medida de su nulidad. Por lo menos en la semejanza entre el peluquero judío y el dictador el film de Chaplin ha tocado algo esencial.

Propaganda
Propaganda para cambiar el mundo: ¡qué tontería! La propaganda hace de la lengua un instrumento, una máquina. Fija la constitución de los hombres tal como se han vuelto bajo la injusticia social en el momento mismo en que los pone en movimiento. La propaganda cuenta con poder contar con ellos. En lo íntimo cada cual sabe que a través del medio él mismo se convierte en medio, como en la fábrica.
La ira que advierten sí cuando siguen a la propaganda es la antigua rabia contra el yugo, reforzada por la sensación de que la salida indicada por la propaganda es falsa. La propaganda manipula a los hombres; al gritar libertad se contradice a sí misma. La falsedad es inseparable de la propaganda. Los jefes y los hombres gregarios se reencuentran en la comunidad de la mentira a través de la propaganda, aun cuando los contenidos sean justos.
Para la propaganda, incluso la verdad se convierte en un simple medio más para conquistar adherentes; la propaganda altera la verdad en el acto mismo de formularla. Por ello, la verdadera resistencia ignora la propaganda. La propaganda es antihumana. Da por descontado que el principio según el cual la política debe nacer de una comprensión común no es más que una forma verbal.
En una sociedad que fija prudentemente límites a la superabundancia que la amenaza, todo lo que nos es recomendado por otros merece desconfianza. La advertencia contra la publicidad comercial, en el sentido de que ninguna firma da nada por nada, vale en todos los campos, y tras la moderna fusión de los negocios y la política, vale sobre todo respecto a la propaganda política. La intensidad del battage es inversamente proporcional a la calidad.
La fábrica Volkswagen depende de la publicidad mucho más que una Rolls Royce. Los intereses de la industria y de los consumidores no coinciden ni siquiera cuando aquélla busca seriamente ofrecer algo. Incluso la propaganda de la libertad puede engendrar confusión, puesto que debe anular la diferencia entre la teoría y la peculiaridad de los intereses de aquellos a quienes se dirige.
Los líderes obreros asesinados en Alemania se vieron defraudados por el fascismo, incluso respecto a la verdad de su propia acción. Si el intelectual es torturado hasta la muerte en el Lager, los obreros afuera no deben estar necesariamente peor. El fascismo no era la misma cosa para Ossietzky y para el proletariado. La propaganda los engañó a ambos.
Sospechosa, realmente, no es la descripción de la realidad como infierno, sino la exhortación igualizada a salir de él. Si el discurso debe hoy dirigirse a alguien no es a las llamadas masas ni al individuo, que es impotente, sino más bien a un testigo imaginario, a quien se lo dejamos en herencia para que no desaparezca por entero con nosotros.















CONCLUSIÓN
Los gobiernos y empresas utilizan los sondeos para conocer la opinión pública sobre cuestiones de interés como los índices de desempleo, mercado y de criminalidad entre otros indicadores sociales y económicos.
Walter Lippman, en su libro Opinión Pública (1922) cuestiona que sea posible una auténtica democracia en la sociedad moderna. Esta crítica se fundamenta en su noción de estereotipo, de la cual es inventor: los esquemas de pensamiento que sirven de base a los juicios individuales convierten en ilusoria la democracia directa.
El filósofo alemán
Jürgen Habermas desarrolló una teoría de gran influencia sobre el surgimiento de la opinión pública. Habermas concibe ésta como un debate público en el que se delibera sobre las críticas y propuestas de diferentes personas, grupos y clases sociales. Para Habermas, después de su desarrollo en el siglo XVIII, el espacio público donde es posible la opinión pública y que es “controlado por la razón” entra en declive, puesto que la publicidad crítica dejará poco a poco el lugar a una publicidad “de demostración y manipulación”, al servicio de intereses privados. Las tesis de Habermas han sido contrastadas críticamente, en lo que se refiere a la evolución de la opinión pública, por la historiadora francesa Arlette Farge en el libro Dire et mal dire (editorial Seuil, París, 1992) dónde la autora pone de manifiesto que la opinión pública no emerge solamente de la burguesía o de las élites sociales cultivadas, sino también de la gran masa de la población. Ésta, que Farge estudia a partir de los informadores colocados en todo París por el Inspector General de Policía, fragua por sí misma los conceptos de "libertad de opinión" y "soberanía popul

BIBLIOGRAFÍA
De Fleur-Ball Rokeach, (1982) Teorías de la comunicación de masas, Paidós, Barcelona
McQuail (1983) Introducción a la teoría de la comunicación de masas , Paidós, Barcelona
Rodrigo Alsina (1996) La construcción de la noticia Paidós, Barcelona

1 comentario:

MSc. Prof. Radamés Larrazábal dijo...

TRABAJO UNIDAD III EVALUADO.
Saludos!
Le felicito por su TRABAJO!

Este trabajo tiene una evaluación de 2,5 puntos en base a 2,5 (equivalente a 10%)
OBSERVACIONES:
* RECUERDE APRENDER LOS PUNTOS CLAVE PARA LA PRUEBA ESCRITA PRÁCTICA DEL 08/11.

Atte.
Radamés.