viernes, 14 de noviembre de 2008

La Encuesta como Instrumento de Medición de la Opinión Pública

República Bolivariana de Venezuela
Ministerio del Poder Popular para la Educación Superior
Universidad Católica Cecilio Acosta
Programa: Comunicación Social
Mención: Desarrollo Social
Maracaibo, Estado Zulia








La Encuesta como Instrumento de Medición de la Opinión Pública



Integrante:
Ronimar Bastidas
C.I. 17.827.632
Sección: 1
Prof. Radamés Larrazabal

Noviembre, 2.008

INTRODUCCIÓN
Las encuestas de opinión pública tienen sus antecedentes, según Stoetzel y Girard, en: El interés de los gobiernos, a lo largo de la historia, en conocer el estado de la opinión pública; Las denominadas votaciones particulares, grandes encuestas que comenzaron en 1824 dos periódicos norteamericanos, tradición que continuó especialmente el Literary Digest a lo largo del siglo XIX y hasta 1936; el método representativo, principal espaldarazo a las encuestas de opinión pública, el reconocimiento del muestreo por el Instituto Internacional de Estadística, permite, bajo el supuesto de la selección adecuada de las unidades de muestreo, la representatividad de los datos y su extrapolación a la población de donde es extraída la muestra la medición de actitudes, aporte del universo académico, que complementa el esfuerzo estadístico, introduciendo las escalas de medición y los tipos de preguntas que sistematizaron el diseño de los cuestionarios.
En los primeros años de este siglo, varios periódicos y revistas continuaron con las votaciones particulares, principalmente a través de papeletas distribuidas con los periódicos, entrevistas personales y papeletas distribuidas a ciudadanos seleccionados mediante muestreo, cometiendo, como era previsible, grandes errores. Estos errores, se debían principalmente a manipulación, para lograr la ilusión de universalidad, recuento deshonesto de las votaciones oficiales, deformaciones regionales y deformaciones en la muestra debidas a sobrerrepresentación y su representación de sectores, encuestas hechas mucho antes del acto de votación.


LA ENCUESTA COMO INSTRUMENTO DE MEDICIÓN DE LA OPINIÓN PÚBLICA
Tipos de Encuestas
La encuesta de opinión pública, como se realiza habitualmente, "... representa una serie de entrevistas personales breves pero estandarizadas, en las cuales los entrevistadores formulan siempre las mismas preguntas y las respuestas de los entrevistados se limitan a unas pocas categorías" (Travers, 1971, p. 245). Sin embargo, se puede aplicar una encuesta con entrevistas libres, o no estructuradas, en las cuales se busca, después de la recolección de datos, las categorías de las respuestas para poder codificarlas.
Cuando el universo es grande se toma una muestra, por medio de la cual se reúnen datos acerca de una población más pequeña; a partir de ellos se puede hacer injerencias acerca de todo el universo.
Grawitz (Tomo I, pp. 349-356), distingue los siguientes tipos de encuestas:
a) Según la dimensión:
1. Estudio de áreas. "Los factores de medición son de órdenes muy diversas, la observación afecta a puntos de vista diferentes y tiene por objetivo toda una región, un país o incluso varios".
2. Estudio de casos. "Este tipo de encuesta se caracteriza por su objetivo: recoger la máxima cantidad de datos sobre un tema concreto y limitado, en general con un simple deseo de información, de descripción o de clasificación, sin segundas intenciones respecto a su medición".
b) Según el grado de precisión o medida:
1. Las encuestas de exploración. No parten de una hipótesis y son más bien de tipo descriptivo.
2. Las encuestas de análisis o de diagnóstico. Se trata de buscar una respuesta a una cuestión práctica; se necesita precisar las variables que intervienen.
3. Las encuestas experimentales. En éstas se trata de verificar hipótesis.

Ventajas de la Encuesta
* Requiere menos habilidad para administrarlo
* Puede ser enviado por correo
* Tiene un vocabulario estandarizado, un mismo orden de preguntas, instrucciones comunes, asegurando así más uniformidad, sistematización, posibilidad de comparación y de generalización.
La entrevista menos estructurada:
* Más participativa. Da más posibilidades de expresarse al entrevistado
* Mayor flexibilidad. Puede adaptarse a la información que puede suministrar el entrevistado y tener en cuenta su enfoque de la problemática.
Lo último es también cierto, pero se pierden en cierta medida la homogeneidad y sistematización de la información lograda lo que disminuye algunas ventajas conseguidas con este método.

Desventajas de la Encuesta
El planeamiento y ejecución de la investigación suele ser más complejo que si se realizara por censo.
Requiere para su diseño de profesionales con buenos conocimientos de teoría y habilidad en su aplicación.
Hay un mayor riesgo de sesgo muestral.

Diseño de la Encuesta
Cada vez que se recogen datos a través de una encuesta debe adoptarse una decisión respecto de la pauta o diseño específico que seguirá la recolección de datos. Todo científico intenta coordinar las condiciones de su investigación con la finalidad de que los datos que obtenga correspondan realmente a las hipótesis que intenta probar o satisfagan sus necesidades de información. Esto vale tanto para quien trabaja con encuestas como para cualquier otro investigador.
Sección transversal no ponderada
El diseño de encuesta más familiar y simple es la sección única transversal no ponderada. Se efectúa una única vez en cada investigación y es el método preferido para determinar las características de una población en un momento particular.
El principal objetivo de estos análisis por correlaciones es identificar las causas mediante la técnica de la inferencia.
Sección transversal ponderada
Este tipo de muestreo constituye una variación del diseño básico que se expuso en el párrafo anterior. Supone una sobrestimación deliberada, dentro de la muestra, de algún subgrupo de universo considerando que tiene una importancia particular para los objetivos de la encuesta, pero que constituye una fracción relativamente reducida de la población total.
El sobremuestreo (oversampling) es particularmente útil en las encuestas relacionadas con la distribución y el uso de los ingresos y ahorros. También es evidente en una muestra de pocos miles de familias la influencia apreciable de un número relativamente pequeño de estos casos excepcionales puede ejercer sobre la muestra total.
Para reducir el error del muestreo de los datos obtenidos de quienes se encuentran en los escalones más altos de la distribución de ingresos y para hacer posible el análisis de estas personas como un grupo separado de la población total, incrementar el número total de personas de altos ingresos mediante un sobremuestreo de las áreas donde es más probable. Por supuesto, siempre que se adopta este recurso es necesario, al pasar al análisis de los datos, ponderar estos pasos de acuerdo con su exacta contribución a la muestra total.
Muestras contrastantes
A veces resulta más eficaz para la investigación muestras de subgrupos que están en posiciones extremas respecto de la variable más importante que sacar una muestra de todo el universo.
La razón fundamental del diseño de la muestra contrastante reside en que, si se estudian situaciones que muestran los mayores extremos en presencia de la variable independiente pueden verse con mayor claridad los efectos o correlaciones de esta variable que se estima como importante. Puede suponerse que los factores que no varían ni siquiera en estas situaciones contrastantes no son influidos por la variable considerada. Como en todos los estudios en que sólo se consideran los extremos de una distribución existe el peligro de suponer que una diferencia en estos extremos refleja una relación lineal a través de la extensión total en toda la gama de la variable considerada. Cosa que por supuesto, no se deduce necesariamente.
Secciones transversales sucesivas
Los estudios del cambio necesariamente requieren mediciones en puntos sucesivos del tiempo.
En la investigación por encuestas dos tipos de estudios utilizan el procedimiento de muestreo repetido de la misma población:
El diseño antes-después
El estudio de tendencias
De todo el conjunto de procedimientos de investigación ninguno es más común que la medición antes-después de una variable para probar el efecto de un estímulo, un acontecimiento o un cambio que se ha introducido en el intervalo entre la primera y la segunda medición. Evidentemente, en las ciencias sociales es muy amplia la gama de factores que produce cambio y son objeto de estudio. Aunque estos hechos se hallan fuera de su control, a menudo puede prever su aparición y preparando sus mediciones de acuerdo con ello.
El estudio de tendencias difiere del diseño antes-después sólo porque realiza más de dos mediciones, las que se espacian a lo largo de un período continuo más quw con anterioridad y posteridad a un hecho específico.
La misma serie de encuestas pueden servir al mismo tiempo para seguir tendencias y estudiar cambios y después de un suceso específico.
Entrevistas reiteradas
Las encuestas tienen a veces objetivos que requieren la realización de entrevistas reiteradas a los mismos individuos. Esto puede implicar sólo dos entrevistas, o bien una serie de entrevistas que se extienden durante meses o años.
Este diseño se utiliza cuando es necesario observar las actividades o actitudes de los mismos individuos a través de un período determinado de tiempo.
En algunos casos se hacen entrevistas múltiples a los mismos sujetos simplemente porque los objetivos de la encuesta son demasiado amplios y no puede implicarse en una única entrevista. En tal situación no es ventajoso el espaciamiento de las sucesivas entrevistas y generalmente se las realizará en el más corto período de tiempo posible.
Las muestras que son entrevistas repetidamente durante un largo período suele llamarse “paneles”.
Además de su utilidad para analizar los factores que dan lugar a cambios individuales, el diseño tipo panel tiene otras dos virtudes. La más evidente es que al entrevistarse una misma muestra dos veces se obtiene una medida más sensible del cambio que con dos muestras separadas del mismo universo. En efecto, la intercorrelación de variables puede llevarse al máximo en el diseño de entrevistas sucesivas. Además, cuando se entrevista la misma muestra dos o más veces, tienden a repetirse y así a correlacionarse las variaciones implícitas en la conducción del trabajo de campo.
El diseño tipo panel también tiene la ventaja de que hace posible descubrir cómo cambia a través del tiempo, la composición de los distintos estratos económicos y sociales. En estos casos, para reunir datos longitudinales confiables es preciso obtener repetidos informes que puedan agregarse unos a otros.
Dos factores perjudican la efectividad del uso del diseño tipo panel. El primero es la mortalidad virtualmente inevitable que aqueja a toda muestra de la población a lo largo de incluso un breve período de tiempo. En una muestra de población nacional debe esperarse una pérdida del 25% o más después de un intervalo de un año.
Gran parte de ella se debe al traslado de personas de uno a otro lugar, otra parte al rechazo de una segunda entrevista y el resto a las numerosas circunstancias que amenazan los esfuerzos de incluso las mejores organizaciones del trabajo de campo. Una pérdida de esta proporción no necesariamente da lugar a una muestra distorsionada o viciada, pero sí crea la posibilidad de serias deformaciones.
El segundo problema serio que supone el uso de la técnica del panel es la posibilidad de que las continuas entrevistas sensibilicen y cambien a los sujetos de la muestra como para que pierdan representatividad respecto del universo del cual se los extrajo.
Es posible medir el efecto de estos dos factores sobre los datos recogidos mediante la técnica del panel entrevistando a una muestra de control, independientemente del panel y, en general, al terminar el período de su aplicación. Si los datos de esta nueva muestra difieren de los dela última encuesta del panel más de lo que podría esperarse por errores de muestreo, hay razones para creer que las entrevistas sucesivas han introducido una deformación.

Aplicación
En la encuesta se procede a la reunión de datos individuales para obtener durante la evaluación datos agregados. El objeto de la evaluación no es sólo la descripción sino también el descubrimiento o la comparación de relaciones.
Cabe hacer una distinción entre “preguntas de hechos” y “preguntas de opinión”. Las primeras se refieren a hechos comparables, pudiendo relacionarse con el encuestado mismo: Su edad. En las preguntas de opinión se exige una toma de posición subjetiva.
A esta categoría pertenecen las preguntas de opiniones y apreciaciones de hechos objetivos, actitudes, deseos, sentimientos, motivos y normas de comportamiento individual.
Por encuesta se comprenden procedimientos particulares muy diversos, que se pueden clasificar según cuatro criterios:
 Según el grado de estandarización se diferencian:
Entrevistas no dirigidas: Con finalidad explorativa, se indica un tema sobre el que se conversa libremente.
Entrevista intensiva: Se dispone de un esquema fijo, pero las preguntas aún no están estandarizadas.
Encuesta estandarizada: Por medio de cuestionario, la formulación y el orden de preguntas están dadas al entrevistador. El encuestado tiene un menor grado de espontaneidad. Garantiza la integridad y comparabilidad de las respuestas y tiene un mayor grado de fiabilidad.
Una encuesta puede ser realizada de palabra o por escrito:
En la encuesta oral: El entrevistador realiza preguntas y apunta las respuestas.
En la encuesta escrita: El encuestador rellena el cuestionario previamente preparado. Este tipo de encuesta es menos costosa económicamente.
Las entrevistas pueden ser realizadas con individuos o con grupos: Dentro de las de grupo pueden ser por escrito, oral o discusión de grupo.
Finalmente pueden distinguirse la encuesta cínica que representa un corte trasversal temporal con respecto a la encuesta de panel.
CONCLUSIÓN
Las encuestas tienden a ser satanizadas porque crean una serie de distorsiones sociales.
Particularmente estimamos que las encuestas de opinión pública son un instrumento muy útil para la toma de decisiones y ya en otras ocasiones así lo hemos planteado, abogando incluso por la puesta en práctica de Sistemas de Información de la Opinión Pública a nivel del Estado (ejecutivo, gobernaciones, alcaldías) que sirvan para conocer el estado de la opinión pública y crear un feed-back con la sociedad, procurando dejarlo en manos de profesionales con espíritu crítico e independiente, para evitar el abuso y la distorsión esperables. Por lo que respecta a algunas de las críticas a las encuestas, pensamos que es preferible la proliferación de encuestas, lo que indica un clima de libertad, que su inexistencia. ¿Qué pervierten o distorsionan el debate público? Discutible, porque la falta de participación o aún la falta de competencia de la opinión pública no tienen nada que ver con las encuestas. Al contrario, bien realizadas, a lo mejor terminan por ser uno de los pocos indicadores de la opinión pública, a la que, por lo demás se le suele exigir más de lo que puede dar, pues una cosa es el deber ser de la opinión pública habermasiana y otra el fenómeno social existente y digno de ser descrito de Noelle o de Luhman. El problema, si es que tiene solución, es crear las bases para una mejor distribución de los recursos sociales y para una sociedad más participativa, y eso, en nuestro parecer, nada tiene que ver con las encuestas.



REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Lippmann, Walter. La opinión pública. Compañía General Fabril Edito
Noelle-Neumann, Elisabeth. Encuestas en la sociedad de masas. Ed. Alianza. Madrid. 1970. 420 p.
"La inclinación de los electores no es cambiada por las encuestas". El Universal. 19 de septiembre de 1978.

domingo, 26 de octubre de 2008

TEORÍAS SOBRE LA OPINIÓN PÚBLICA

República Bolivariana de Venezuela
Ministerio del Poder Popular para la Educación Superior
Universidad Católica Cecilio Acosta
Programa: Comunicación Social
Mención: Desarrollo Social
Maracaibo, Estado Zulia







TEORÍAS SOBRE LA OPINIÓN PÚBLICA




Integrante:
Ronimar Bastidas
C.I. 17.827.632
Sección: 2
Prof. Radamés Larrazábal

Octubre, 2.008
INTRODUCCIÓN
La opinión pública es la tendencia o preferencia, real o estimulada, de una
sociedad hacia hechos sociales que le reporten interés.
La opinión pública ha sido el concepto dominante en lo que ahora parece referirse a la comunicación política. Y es que después de muchos intentos y de una más o menos larga serie de estudios, la experiencia parece indicar que opinión pública implica muchas cosas a la vez; pero, al mismo tiempo, ninguna de ellas domina o explica el conjunto. Además, con el predominio de los
medios de comunicación modernos, en una sociedad masificada el territorio de la opinión parece retomar un nuevo enfoque.
También es necesario considerar que la opinión pública tiene una amplia tradición como campo de estudio. Y aun cuando se relaciona estrechamente con la comunicación política, se diferencia de ésta. Es decir, la opinión pública constituye sólo un sector dentro del amplio espectro de la comunicación política.












1. TEORÍA DE LA AGUJA HIPODÉRMICA
La teoría de la aguja hipodérmica es una teoría acerca del efecto de los
medios de comunicación de masas sobre la opinión pública, elaborada en una serie de estudios, que no son empíricos ni teóricos. Realizados a finales de 1920 para analizar la influencia de los mecanismos de propaganda en la participación ciudadana masiva en la Primera Guerra Mundial. Estos estudios formaron parte de la primera ola de análisis sobre la Comunicación relacionados con los simultáneos desarrollos sociológicos y psicológicos sobre el concepto de masa; las conclusiones de los mismos se expresaron en las reflexiones de Harold Lasswell en Propaganda Techniques in the World War ("Técnicas de propaganda en la guerra mundial",1927), donde afirma que la propaganda, permite conseguir la adhesión de los ciudadanos a unos planes políticos determinados sin recurrir a la violencia, sino mediante la manipulación. Por otra parte, entiende la comunicación en términos propagandísticos como la forma más eficaz de mediación.
Orígenes
La teoría hipodérmica es una teoría
post hoc ya que se define después de la I Guerra Mundial, después de ver los efectos que tuvo la propaganda en este conflicto.
La I Guerra Mundial supuso un gran despliegue de armas, de dinero, etc. y fue una gran pérdida social. En ese momento,
Gran Bretaña y EE. UU. no habían sufrido una guerra en mucho tiempo.
Otra particularidad de esta guerra es que se dio muy cerca de la población civil, por lo que se hizo necesario darle una importancia a la guerra que en realidad no tenía. Para ello se utilizó la propaganda en una sociedad en la que los vínculos eran cada vez más difíciles, para convencer a la gente de que diese su vida en un conflicto mundial que, finalmente, sólo sería beneficioso para unos pocos.
Al finalizar la guerra, en Gran Bretaña, EE.UU. y
Alemania se empieza a reflexionar sobre este bombardeo enorme de propaganda, como medio para manipular a la gente, por parte de los gobiernos y de los medios de comunicación, y se inicia así la crítica y la formulación de la teoría.

Características
Los procesos irracionales que explica el paradigma neurobiológico; las características de una sociedad de masas, marcadas por el aislamiento y la
enajenación; y el desarrollo espectacular de los medios de comunicación hacen que la teoría hipodérmica sea perfectamente razonable en este contexto.
Con ello se ve que la manipulación es posible. El mensaje se vehiculará por los medios de comunicación de masas. Es posible crear un estímulo, un mensaje, tan fuerte que se "inyecte" (de ahí el nombre de "hipodérmica"): es posible dar en el blanco. Entre el
emisor y el receptor, entre el estímulo y la respuesta, no hay ninguna intermediación que impida conseguir los objetivos, hay una relación directa de causa-efecto, algo mecánico, un vacío. De modo que la manipulación es posible porque frente a un poder enorme de medios de comunicación de masas no hay ningún elemento de resistencia.
¿Cómo funciona la teoría hipodérmica?
En la
sociedad de masas el individuo se queda impotente para elaborar de forma específica los mensajes que llegan de los medios de comunicación de masas, por eso es posible hablar del modelo conductista de Estímulo-Respuesta. Los medios de comunicación son los emisores de un mensaje que se hace llegar a los individuos de una sociedad. Los mensajes pasan por debajo de la piel sin ningún problema: el mensaje como estímulo que provoca una reacción. Como emisores del mensaje, o de los mensajes, los medios de comunicación o los gobiernos (instituciones públicas o privadas), quienes articulan esos mensajes, quieren provocar ciertas reacciones.
La masa está constituida por individuos juntos que están separados y que no tienen capacidad de captar los mensajes que proceden del emisor de forma invisible. El conductismo habla de reacciones iguales de los individuos ante estímulos determinados: Emisor - mensaje - Receptor. Las implicaciones de este modelo son:
1. El aislamiento, la individualidad, la falta de interacción, la pasividad.
2. La unidireccionalidad.
3. La asimetría de los roles: la acción es del emisor que envía el mensaje (produce el estímulo); la pasividad está en el receptor porque sólo lo reciben y reaccionan de forma uniforme.
4. La comunicación es un proceso intencional, que busca un efecto concreto y que es medible porque da lugar a una conducta visible, relacionada con el objetivo del emisor.
La conclusión que se puede sacar de ello es que la iniciativa está exclusivamente del lado del emisor y los efectos sólo del lado del receptor.
La formulación que Lasswell plantea para analizar la comunicación de masas es: quién (emisor) dice qué (mensaje), a quién (receptor), con qué medio y con qué efecto. Estas preguntas son suficientes y cruciales. Para la teoría hipodérmica la cuestión fundamental es el análisis de los mensajes.

2. TEORÍA DE LA AGENDA MEDIÁTICA
La teoría de la agenda-setting postula que los medios de comunicación de masas tienen una gran influencia sobre el público al determinar qué historias poseen interés informativo y cuánto espacio e importancia se les da. El punto central de esta teoría es la capacidad de los mass media para graduar la importancia de la información que se va a difundir, dándole un orden de prioridad para obtener mayor audiencia, mayor impacto y una determinada conciencia sobre la noticia. Del mismo modo, deciden qué temas excluir de la agenda.
Más claramente, la teoría del "establecimiento de la agenda" dice que la agenda mediática, conformada por las noticias que difunden los medios informativos cotidianamente y a las que confieren mayor o menor relevancia, influye en la agenda del público.
Es decir, que los temas que son relevantes para los medios se convierten en temas importantes para el público.
La teoría de la agenda-setting es el resultado experimental de una tesis que, a manera de metáfora, planteó Cohen: los medios (informativos) pueden no acertar al decirnos cómo pensar sobre un determinado tema, pero sí cuando nos dicen sobre qué pensar.
La Agenda-setting conforma toda una teoría que surge a finales de los años sesenta y se ha convertido en la teoría principal para la explicación de la influencia de los medios de comunicación sobre la formación de la opinión pública.
Existen dos niveles dentro de la agenda setting, que corresponden a dos etapas de investigación bien desarrolladas.
El primer nivel se concentra en los temas: Su hipótesis es que los medios nos dicen sobre qué pensar.
El segundo nivel investiga sobre los aspectos o atributos en los cuales enfatizan los periodistas al informar sobre los hechos: su hipótesis es que los medios nos dicen qué pensar.
El planteamiento definitivo de este tema, perteneciente a la investigación social, se debe a dos norteamericanos: Maxwell McCombs y Donald Shaw, que en 1972 publicaron el trabajo titulado "The Agenda-Setting Function of Mass-Media" en la revista Public Opinion Quaterly.

Impacto de la Teoría en sus 2 niveles
1. Lo que no entra en la agenda de los medios NO existe.
2. Los aspectos que seleccionan y en los que ponen su atención los medios afectan la percepción que tiene el público respecto de estos asuntos.
3. Determinar el modo en que se encuadra un asunto –establecer las normas básicas para su deliberación – puede afectar significativamente el desenlace final.
El gran papel de la agenda setting para los medios informativos: identificar los asuntos más importantes del día y la agenda completa de atributos de esos asuntos. Eso implica investigar más, pero también informar mejor.

3. TEORÍA ESPIRAL DEL SILENCIO
La Espiral del silencio es una
teoría de ciencias políticas y comunicación propuesta por la politóloga alemana Elisabeth Noelle-Neumann. La teoría declara que es menos probable que un individuo dé su opinión sobre un determinado tema entre un grupo de personas si siente que es parte de la minoría, por miedo a la represión o aislamiento por parte de la mayoría (Anderson 1996: 214; Miller 2005: 277).

Estructura Básica
Los individuos utilizan lo que es descrito como una "habilidad innata" o sentido cuasi-estadístico para medir la
opinión pública (Miller 2005: 278). Los medios de comunicación influyen mucho en la determinación de cuál es la opinión predominante, pues nuestra observación directa está limitada a un pequeño porcentaje de la población. Esta influencia sobre la percepción de los individuos es enorme, aun cuando los medios de comunicación den una interpretación errada de lo que es la opinión pública. (Scheufele y Moy 1999).
Noelle-Neumann describe a la espiral del silencio como un proceso dinámico, en el cual las predicciones sobre la opinión pública se convierten en un
hecho mientras que, gracias a la cobertura de los medios de la opinión de la mayoría, ésta se convierte en el statu quo, y la minoría se vuelve menos propensa a manifestar su opinión. (Miller 2005:278). No obstante, la teoría sólo se puede aplicar a asuntos morales, y no a los temas que pueden probarse como ciertos o equivocados por medio del uso de evidencia.
La espiral del silencio aparece cuando por un tiempo más o menos largo una parte importante de las opiniones se esconden en el silencio por no encontrar el apoyo necesario en el espacio público informativo.

Uso y Limitaciones
Como sólo se aplica a asuntos morales, que tienden a causar respuestas apasionadas incluso en los individuos más reservados, la teoría puede ser utilizada para contener el descontento social sobre asuntos bastantes controvertidos. (Eckstein y Turman 2002; Gozenbach y Stevenson 1994; Gonzenbach, King, y Jablonski 1999; Moy, Domke y Stamm 2001; Shanahan, Scheufele, Fang Yang, y Hizi 2004). A pesar de que puede ayudar a mantener el orden civil, cualquier intento de emplearla conscientemente son esencialmente
métodos de manipulación y coerción.



Excepciones
La teoría enuncia que la gente más educada, o que tiene una mayor influencia y los individuos altivos que no temen al aislamiento, es propensa a manifestarse sin importarle la opinión pública (Miller 2005: 279). Además asegura que aquella minoría es un factor necesario de cambio mientras que la mayoría es un factor necesario de estabilidad, siendo los dos un producto de la evolución.

Investigación Actual
En la actualidad, la mayoría de las investigaciones sobre la espiral del silencio se enfocan en asuntos sociales controvertidos como el
tabaquismo, y el desenlace de los Atentados del 11 de septiembre de 2001. (Shanahan y otros. 2004; Scheufele y Moy 2005). También se enfocan en hechos recientes, y en consecuencia la teoría puede indicar cambios en las normas sociales y las estructuras de valores.
La teoría aparentemente es válida cuando se examinan las culturas
occidentales, pero los estudios han fracasado al no tomar en consideración las diferencias interculturales que pueden incidir en la voluntad de manifestarse del individuo (Scheufele y Moy 1999).

4. TEORÍA SOBRE LOS USOS Y GRATIFICACIONES
La teoría enuncia que la gente más educada, o que tiene una mayor influencia y los individuos altivos que no temen al aislamiento, es propensa a manifestarse sin importarle la opinión pública (Miller 2005: 279).
Además asegura que aquella minoría es un factor necesario de cambio mientras que la mayoría es un factor necesario de estabilidad, siendo los dos un producto de la evolución.
El enfoque toma como punto de partida al
consumidor de los medios masivos de comunicación, más que los mensajes de estos en función de sus experiencias directas. Contempla a los medios del público como usuarios activos de los medios más que pasivamente influidos por ellos. Por lo tanto, no presume una relación directa entre mensaje y efecto, sino que postula entre los medios del público hacen uso de los mensajes y que esta utilización actúa como una variable en el proceso del efecto.
1-. Concibe al público activo.
2-. En el proceso de comunicación masiva es el miembro del público el que activamente selecciona los mensajes.
3-. Los medios compiten con otras
fuentes de necesidades al igual que se da a la competencia entre ellos, para captar la atención de la audiencia.
4-. Las personas son suficientemente conscientes de lo que seleccionan, leem ven y oyen.
5-. La
calidad y la relevancia social de los mensajes no debe juzgarse, ya que los usos que le da el público es superfluo.
Audiencia.
Escoge selectivamente los medios masivos de comunicación.
Juzga los mensajes según sus usos y convivencia.
Medios masivos de comunicación.
Pierde su influencia Mensajes.
Absoluta.
Satisfacen Proporcionan
Necesidades. Gratificaciones.
Usos de los medios masivos de comunicación:
A. Diversión. Escape de la rutina, escape de los problemas, desahogo emocional.
Relaciones sociales. Compañía,
utilidad social, referencia, exploración de la realidad, refuerzo de valores.

5. TEORÍA DE LAS MEDIACIONES
La “teoría de la mediación” es un modelo desarrollado en Rennes, en Francia, en la región de Bretaña, por el Profesor Jean Gagnepain, lingüista y epistemólogo, que viene trabajando en esta teoría desde hace ya unos 40 años. Este modelo teórico presentado de manera metódica por Jean Gagnepain en su obra Du vouloir dire (3 volúmenes) se propone abarcar todo el campo de las ciencias humanas (de hecho, según los mediacionistas, esas disciplinas como la psicología, la sociología, la etnología, etc., no son realmente estudios científicos porque las hipótesis emitidas no son verificables experimentalmente).
El objetivo de esta teoría consiste en construir una modelización coherente de los comportamientos culturales humanos y de llevar a cabo una reflexión epistemológica sobre las relaciones que esos comportamientos mantienen entre sí. Por eso, podemos decir que se trata de un estudio antropológico. Pero los mediacionistas insisten en la verificabilidad de sus hipótesis y para eso han desarrollado un método de refutación de las teorías, el método clínico, en el cual los modelos explicativos tienen que pasar la prueba de la observación dirigida de las patologías. Una de las particularidades esenciales de la teoría de la mediación es justamente la de buscar en el estudio clínico una forma de comprobación experimental, de ahí que se conozca como “Antropología clínica”. Evidentemente, el enfoque clínico está también correlacionado con la observación dirigida de lo normal.
Jean Gagnepain se ha rodeado en la universidad de Rennes de todo un equipo de investigadores y su modelo es utilizado y desarrollado hoy en día, más allá de la Bretaña, por universitarios e investigadores de nacionalidades diversas, en campos disciplinarios muy diferentes que van de las Ciencias del Lenguaje (que algunos erróneamente siguen llamando lingüística) y la psicología (sobre todo la psico-patología) hasta la ciencia del diseño estadounidense, pasando por la arqueología moderna, la “romanística”, la sociología, las artes plásticas, la arquitectura o ciencias con reputación de “duras” como la lógica. Las implicaciones y aplicaciones de este modelo son por lo tanto obviamente trans-disciplinarias o como diría Jean Gagnepain con ese sentido del humor que le es característico la teoría de la mediación cultiva la “in-disciplina”.
Este modelo heurístico fue elaborado inicialmente a partir del estudio del solo lenguaje pero hoy tiene como objeto un conjunto mucho más amplio que abarca todo lo cultural, es decir esa dimensión específica del ser humano que lo distingue de las otras especies vivas. Lo cultural constituye ese orden específico de la realidad, orden en el cual el ser humano es el único participante y que le permite, sin escapar a esa realidad, rebasarla constantemente abstrayéndose de ella.
No hay que ver por lo tanto aquí lo cultural como la suma de las obras esenciales de una sociedad dada, tampoco como el estado general de una civilización dada, sino más bien como el conjunto de las capacidades propiamente humanas que todos los humanos poseen salvo problema patológico, independientemente del momento de la historia o del lugar geográfico en el cual se encuentren. Lo cultural correspondería entonces a la famosa Razón o “racionalidad” comentada y estudiada desde hace siglos por los filósofos. El enfoque mediacionista difiere sin embargo de los filósofos por no ser especulativo sino estrictamente científico.
Los trabajos de Jean Gagnepain muestran partiendo de las enseñanzas del estudio clínico que la razón humana está fragmentada. Es decir que la racionalidad aparece en el hombre bajo distintas formas que la clínica disocia. La razón es lógica, sin ninguna duda, pero también es técnica, étnica y ética, y esos diferentes “planes” de la vida psíquica no se encuentran jerarquizados. A través de esos 4 planes distintos, el hombre mediatiza su relación al mundo (de ahí que se hable de la mediación), es decir que logra tomar una cierta distancia en relación con lo que le transmite sus capacidades fisiológicas inmediatas. Libre entonces de estar sometido a ese modo de aprehensión inmediato del mundo, el hombre construye de cierta manera la realidad de la cual es participante, elaborándola a partir de sus propias capacidades.



6. TEORÍA DE LA MANIPULACIÓN MEDIÁTICA
La afirmación de que el medio de comunicación aísla no es válida sólo en el campo espiritual. No sólo el lenguaje mentiroso del anunciador de la radio se fija en el cerebro como imagen de la lengua e impide a los hombres hablar entre sí; no sólo la réclame de la Pepsi-Cola sofoca la de la destrucción de continentes enteros; no sólo el modelo espectral de los héroes cinematográficos aletea frente al abrazo de los adolescentes y hasta ante el adulterio. El progreso separa literalmente a los hombres. Los tabiques y subdivisiones en oficinas y bancos permitían al empleado charlar con el colega y hacerlo partícipe de modestos secretos; las paredes de vidrio de las oficinas modernas, las salas enormes en las que innumerables empleados están juntos y son vigilados fácilmente por el público y por los jefes no consienten ya conversaciones o idilios privados. Ahora incluso en las oficinas el contribuyente está garantizado contra toda pérdida de tiempo por parte de los asalariados.
Los trabajadores de hallan aislados dentro de lo colectivo. Pero el medio de comunicación separa a los hombres también físicamente. El auto ha tomado el lugar del tren. El coche privado reduce los conocimientos que se pueden hacer en un viaje al de los sospechosos que intentan hacerse llevar gratis. Los hombres viajan sobre círculos de goma rígidamente aislados los unos de los otros.
En compensación, en cada automóvil familiar se habla sólo de aquello que se discute en todos los demás de la misma índole: el diálogo en la célula familiar se halla regulado por los intereses prácticos.
Y como cada familia con un determinado ingreso invierte lo mismo en alojamiento, cine, cigarrillos, tal como lo quiere la estadística, así los temas se hallan tipificados de acuerdo con las distintas clases de automóviles. Cuando en los weekends o en los viajes se encuentran en los hoteles, cuyos menus y cuartos son –dentro de precios iguales- perfectamente idénticos, los visitantes descubren que, a través del creciente aislamiento, han llegado a asemejarse cada vez más. La comunicación procede a igualar a los hombres aislándolos.

Sociedad de masas
A la civilización de los divos pertenece, como complemento de la celebridad, el mecanismo social que iguala todo lo que sobresale de cualquier forma: ambos constituyen los modelos de la confección en escala mundial y de las tijeras de la justicia jurídica y económica, que eliminan hasta las últimas saliencias.
La tesis de que al nivelamiento y a la igualación de los hombres se opone, por otro lado, un refuerzo de la individualidad en las llamadas personalidades dominantes, en relación con el poder de éstas, es errónea y a su vez forma parte de la ideología. Los amos fascistas de hoy no son superhombres sino funciones de su propio aparato publicitario, puntos de entrecruzamiento de las mismas reacciones de millones. Si en la psicología de las masas contemporáneas el jefe no representa tanto el padre como la proyección colectiva y desmesuradamente dilatada del yo impotente de cada individuo, las personas de los amos corresponden efectivamente a tal modelo.
No es por azar que tienen aire de peluqueros, actores de provincia o periodistas de ocasión. Parte de su influencia moral deriva justamente del hecho de que ellos, impotentes en sí mismo y similares a cualquier otro, encarnan –en sustitución y en representación de todos- la entera plenitud del poder, sin ser por ello nada más que los espacios vacíos en lo que el poder ha venido a posarse. No es tanto que sean inmunes a la ruina de la individualidad, sino más bien que la individualidad en ruina triunfa en ellos y se ve de alguna forma recompensada por su disolución.
Los jefes se han convertido completamente en lo que siempre fueron un poco durante toda la época burguesa: actores que recitan el papel de jefes. La distancia entre la individualidad de Bismarck y la de Hitler no es inferior a la que existe entre la prosa de Pensamientos y recuerdos y la jerga ilegible de Mi lucha. En la lucha contra el fascismo no es tarea sin importancia la de reducir las imágenes hinchadas de los jefes a medida de su nulidad. Por lo menos en la semejanza entre el peluquero judío y el dictador el film de Chaplin ha tocado algo esencial.

Propaganda
Propaganda para cambiar el mundo: ¡qué tontería! La propaganda hace de la lengua un instrumento, una máquina. Fija la constitución de los hombres tal como se han vuelto bajo la injusticia social en el momento mismo en que los pone en movimiento. La propaganda cuenta con poder contar con ellos. En lo íntimo cada cual sabe que a través del medio él mismo se convierte en medio, como en la fábrica.
La ira que advierten sí cuando siguen a la propaganda es la antigua rabia contra el yugo, reforzada por la sensación de que la salida indicada por la propaganda es falsa. La propaganda manipula a los hombres; al gritar libertad se contradice a sí misma. La falsedad es inseparable de la propaganda. Los jefes y los hombres gregarios se reencuentran en la comunidad de la mentira a través de la propaganda, aun cuando los contenidos sean justos.
Para la propaganda, incluso la verdad se convierte en un simple medio más para conquistar adherentes; la propaganda altera la verdad en el acto mismo de formularla. Por ello, la verdadera resistencia ignora la propaganda. La propaganda es antihumana. Da por descontado que el principio según el cual la política debe nacer de una comprensión común no es más que una forma verbal.
En una sociedad que fija prudentemente límites a la superabundancia que la amenaza, todo lo que nos es recomendado por otros merece desconfianza. La advertencia contra la publicidad comercial, en el sentido de que ninguna firma da nada por nada, vale en todos los campos, y tras la moderna fusión de los negocios y la política, vale sobre todo respecto a la propaganda política. La intensidad del battage es inversamente proporcional a la calidad.
La fábrica Volkswagen depende de la publicidad mucho más que una Rolls Royce. Los intereses de la industria y de los consumidores no coinciden ni siquiera cuando aquélla busca seriamente ofrecer algo. Incluso la propaganda de la libertad puede engendrar confusión, puesto que debe anular la diferencia entre la teoría y la peculiaridad de los intereses de aquellos a quienes se dirige.
Los líderes obreros asesinados en Alemania se vieron defraudados por el fascismo, incluso respecto a la verdad de su propia acción. Si el intelectual es torturado hasta la muerte en el Lager, los obreros afuera no deben estar necesariamente peor. El fascismo no era la misma cosa para Ossietzky y para el proletariado. La propaganda los engañó a ambos.
Sospechosa, realmente, no es la descripción de la realidad como infierno, sino la exhortación igualizada a salir de él. Si el discurso debe hoy dirigirse a alguien no es a las llamadas masas ni al individuo, que es impotente, sino más bien a un testigo imaginario, a quien se lo dejamos en herencia para que no desaparezca por entero con nosotros.















CONCLUSIÓN
Los gobiernos y empresas utilizan los sondeos para conocer la opinión pública sobre cuestiones de interés como los índices de desempleo, mercado y de criminalidad entre otros indicadores sociales y económicos.
Walter Lippman, en su libro Opinión Pública (1922) cuestiona que sea posible una auténtica democracia en la sociedad moderna. Esta crítica se fundamenta en su noción de estereotipo, de la cual es inventor: los esquemas de pensamiento que sirven de base a los juicios individuales convierten en ilusoria la democracia directa.
El filósofo alemán
Jürgen Habermas desarrolló una teoría de gran influencia sobre el surgimiento de la opinión pública. Habermas concibe ésta como un debate público en el que se delibera sobre las críticas y propuestas de diferentes personas, grupos y clases sociales. Para Habermas, después de su desarrollo en el siglo XVIII, el espacio público donde es posible la opinión pública y que es “controlado por la razón” entra en declive, puesto que la publicidad crítica dejará poco a poco el lugar a una publicidad “de demostración y manipulación”, al servicio de intereses privados. Las tesis de Habermas han sido contrastadas críticamente, en lo que se refiere a la evolución de la opinión pública, por la historiadora francesa Arlette Farge en el libro Dire et mal dire (editorial Seuil, París, 1992) dónde la autora pone de manifiesto que la opinión pública no emerge solamente de la burguesía o de las élites sociales cultivadas, sino también de la gran masa de la población. Ésta, que Farge estudia a partir de los informadores colocados en todo París por el Inspector General de Policía, fragua por sí misma los conceptos de "libertad de opinión" y "soberanía popul

BIBLIOGRAFÍA
De Fleur-Ball Rokeach, (1982) Teorías de la comunicación de masas, Paidós, Barcelona
McQuail (1983) Introducción a la teoría de la comunicación de masas , Paidós, Barcelona
Rodrigo Alsina (1996) La construcción de la noticia Paidós, Barcelona

miércoles, 8 de octubre de 2008

opinión pública

República Bolivariana de Venezuela
Ministerio del Poder Popular para la Educación Superior
Universidad Católica Cecilio Acosta
Programa: Comunicación Social
Mención: Desarrollo Social
Maracaibo, Estado Zulia








OPINIÓN PÚBLICA






Integrante:
Ronimar Bastidas
C.I. 17.827.632
Sección: 1
Prof. Radamés Larrazabal

Septiembre, 2.008


INTRODUCCIÓN
La opinión pública es la tendencia o preferencia, real o estimulada, de una sociedad hacia hechos sociales que le reporten interés.
La opinión pública ha sido el concepto dominante en lo que ahora parece referirse a la comunicación política. Y es que después de muchos intentos y de una más o menos larga serie de estudios, la experiencia parece indicar que opinión pública implica muchas cosas a la vez; pero, al mismo tiempo, ninguna de ellas domina o explica el conjunto. Además, con el predominio de los medios de comunicación modernos, en una sociedad masificada el territorio de la opinión parece retomar un nuevo enfoque.
También es necesario considerar que la opinión pública tiene una amplia tradición como campo de estudio. Y aun cuando se relaciona estrechamente con la comunicación política, se diferencia de ésta. Es decir, la opinión pública constituye sólo un sector dentro del amplio espectro de la comunicación política.


















1. HISTORIA DE LA OPINIÓN PÚBLICA

En la antigüedad la opinión publica se remitía simplemente al dialogo que establecían los notables, es decir, sólo aquellos que no dependían económicamente de otros para su supervivencia. Las mujeres, los esclavos y los niños no poseían la capacidad de contemplar, opinar y dialogar sobre las cuestiones de la polis, ya que sólo eran aptos para trabajos manuales. Consecuentemente imperaba la marginalidad en el espacio publico y no existía el diálogo sobre asuntos públicos.
Posteriormente, esa situación empezó a cambiar. Se conceptualizaba entonces como la opinión "del pueblo". Durante el siglo XVIII español, el concepto de opinión pública equivalía a “opinión de la multitud”, normalmente expresada a través de una reunión masiva. A finales de este siglo, sin embargo, empieza a adquirir connotaciones cualitativas y adquiere las notas propias que le otorgaría el liberalismo, como instrumento de guía y control del gobernante.
El liberalismo progresista posterior añadió la idea de que sólo los ciudadanos activos, aquellos que participaban en política, expresaban la verdadera opinión pública, que se transmitía a través del ejercicio de libertades naturales y que sólo limitaba al Ejecutivo a través de la responsabilidad moral. Conviene recordar que en aquellos tiempos sólo se consideraban ciudadanos (con derecho a participar en asuntos políticos) las minorías gobernantes o dominantes de las naciones occidentales o colonias.
Se podría alegar que esa concepción correspondía a la del despotismo ilustrado y se refleja en dichos comunes en esa época: "todo para el pueblo pero por el pueblo, nada" ( José II) "La mejor forma de gobierno es la que nos enseña a gobernarnos (en el sentido de controlarnos) a nosotros mismos" (Goethe) y ¡razonad tanto como queráis y sobre lo que queráis, pero obedeced! (Kant).


El liberalismo moderado, sin embargo, modifico el concepto de opinión pública relacionandola a los "ciudadanos instruidos", distinguiendo entre opinión legal (expresada por el Parlamento) y natural (derivada de los ciudadanos). Una opinión que sólo podía manifestarse a través de medios jurídicos reglados: la libertad de prensa, el derecho de petición y el sufragio. Esto por un lado la restringió : el numero de ciudadanos instruidos era muy bajo; y por el otro la extendió: para ser instruido no era requisito ser noble o miembro de las clases gobernantes. Esta reformulación coincide con la visión de los teóricos de la democracia liberal clásica (Rousseau, Locke, Tocqueville)
Se puede alegar que ambas concepciones están basadas en un principio básico de la ilustración (ver Kant: ¿Qué es Ilustración?)
Con el surgimiento de la cultura de masas y la expansión técnica, productiva del modelo fordista y expansión de la burocracia, comienza un progresivo ensanchamiento del término hasta que a fines del siglo XX el ciudadano es la población misma, ahora transformado en "el público".
En el presente el concepto esta íntimamente ligado con los "muestreos de opinión pública", aproximamiento que se basa en la necesidad y habilidad de organizaciones estatales, empresariales y educativas que comenzaron a desarrollar métodos que permitían la selección relativamente imparcial de participantes y la recogida sistemática de datos entre un amplio y variado sector del público. Esto ocurrió entre la década del 30 y el 40 del siglo XX. Entre los pioneros en este sector se encuentra el analista estadounidense George Horace Gallup, inventor del sondeo que lleva su nombre. Desde la década de los 50 comenzó el criterio estadístico, cuya mayor crítica ha sido el grado de representatividad, cuestión contenida en las teorías de estadística social.



2. DEFINICIÓN: OPINIÓN PÚBLICA
De acuerdo con González Ibarra (2006) no podemos definir a la opinión pública de manera sencilla. Debemos, al menos, distinguir dos sentidos diferentes pero complementarios de lo que la opinión pública representa.
Por un lado, en su acepción objetual, la opinión pública puede entenderse como ese juicio o punto de vista que se hace público a través de algún medio de comunicación de masas y que expresa el sentir y el interés de un sector de la sociedad, ya sea que se trate de un grupo de poder político o económico o de alguna fracción más atomizada dentro de la sociedad. En este sentido, la opinión pública refleja ambos elementos: expresa el sentir de un sector de la sociedad, su diagnóstico acerca de una cuestión sustantiva que, a su juicio, requiere ser atendida por el público; pero también expresa los intereses que se pueden adjudicar al sector que publicita esta opinión.
En este sentido, la opinión pública representa un “barómetro” donde se tematizan las problemáticas o asuntos que atañen al ámbito de lo público, al menos desde la perspectiva de determinados actores sociales.
Cabe señalar otro elemento que es indispensable considerar al tratar a la opinión publica como objeto: la acción o la disposición a la movilización que acompaña a la enunciación de la opinión que se hace pública. Quien emite una opinión acerca de algún tema y lo coloca en la agenda pública (sea para lograr un interés individual, grupal o social), al hacerlo pone de manifiesto con esta enunciación cierta intencionalidad que pretende generar en la sociedad un marco de interpretación tendiente a la movilización de los recursos económicos, políticos y sociales en el sentido que detenta la propia enunciación. De esta suerte, no podemos aislar a la opinión pública del nivel pragmático de la propia anunciación: al opinar sobre un acontecimiento, sobre alguna decisión gubernamental, sobre algún problema social, quién emite dicho juicio espera generar una disposición para la acción que se orienta por el sentido de la opinión vertida.

3. DEFINICIÓN DE LOS SIGUIENTES CONCEPTOS:
OPINIÓN: Idea formada de una cosa que se puede discutir. Juicio acerca de una persona o cosa. Grado de posesión de la verdad respecto de un conocimiento que se afirma como verdadero sin tener garantía de su validez. Se contrapone a la certeza como posesión plena de la verdad que se afirma sin sombra de duda acerca de su validez.
ACTITUD: Puede considerarse a la actitud como el vínculo existente entre el conocimiento adquirido por un individuo y la acción que realizará en el presente y en el futuro.
En su memoria, cada individuo lleva depositada la influencia del pasado. También la acción que de él provenga vendrá “influenciada por el futuro”, ya que la información depositada nos inducirá proyectos, ambiciones y objetivos a realizar.
La actitud frente a la vida está relacionada con la visión que tengamos del mundo que nos rodea.
CLIMA DE OPINIÓN: Es el ambiente donde se desarrolla la opinión, pueden existir climas de opinión tanto tranquilos como agresivos. Este clima lo desarrolla el grupo de opinión.
GRUPO DE OPINIÓN: Es un conjunto de dos o más individuos interdependientes que interactúan exponiendo su punto de vista junto con otros para el propósito de lograr uno o más objetivos dentro de la organización.
INFORMACIÓN: Es un conjunto organizado de datos procesados, que constituyen un mensaje sobre un determinado ente o fenómeno. De esta manera, si por ejemplo organizamos datos sobre un país, tales como: número de habitantes, densidad de población, nombre del presidente, etc. y escribimos por ejemplo, el capítulo de un libro, podemos decir que ese capítulo constituye información sobre ese país. Cuando tenemos que resolver un determinado problema o tenemos que tomar una decisión, empleamos diversas fuentes de información.
ÉLITE: Minoría selecta y destacada en un ámbito social o en una actividad.
ESTEREOTIPO: es una imagen mental muy simplificada y con pocos detalles acerca de un grupo de gente que comparte ciertas cualidades características (o estereotípicas) y habilidades. El término se usa a menudo en un sentido negativo, considerándose que los estereotipos son creencias ilógicas que sólo se pueden cambiar mediante la educación.
PREJUICIO: Juicio u opinión, generalmente negativo, que se forma inmotivadamente de antemano y sin el conocimiento necesario.
PROPAGANDA: Patricio Bonta y Mario Farber, autores del libro "199 Preguntas Sobre Marketing y Publicidad", definen la propaganda como "el uso de técnicas de publicidad aplicadas a fines políticos. Se origina en la expresión propagar, que significa difundir".



















CONCLUSIÓN
Los gobiernos y empresas utilizan los sondeos para conocer la opinión pública sobre cuestiones de interés como los índices de desempleo, mercado y de criminalidad entre otros indicadores sociales y económicos.
Walter Lippman, en su libro Opinión Pública (1922) cuestiona que sea posible una auténtica democracia en la sociedad moderna. Esta crítica se fundamenta en su noción de estereotipo, de la cual es inventor: los esquemas de pensamiento que sirven de base a los juicios individuales convierten en ilusoria la democracia directa.
El filósofo alemán Jürgen Habermas desarrolló una teoría de gran influencia sobre el surgimiento de la opinión pública. Habermas concibe ésta como un debate público en el que se delibera sobre las críticas y propuestas de diferentes personas, grupos y clases sociales. Para Habermas, después de su desarrollo en el siglo XVIII, el espacio público donde es posible la opinión pública y que es “controlado por la razón” entra en declive, puesto que la publicidad crítica dejará poco a poco el lugar a una publicidad “de demostración y manipulación”, al servicio de intereses privados. Las tesis de Habermas han sido contrastadas críticamente, en lo que se refiere a la evolución de la opinión pública, por la historiadora francesa Arlette Farge en el libro Dire et mal dire (editorial Seuil, París, 1992) dónde la autora pone de manifiesto que la opinión pública no emerge solamente de la burguesía o de las élites sociales cultivadas, sino también de la gran masa de la población. Ésta, que Farge estudia a partir de los informadores colocados en todo París por el Inspector General de Policía, fragua por sí misma los conceptos de "libertad de opinión" y "soberanía popular".





REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Berthier, A., (2007) Sobre los estudios de Opinión Pública. En Conocimiento y Sociedad.com.com
González Ibarra, R., (2006) Metodología de los Estudios de Opinión Pública. Cátedra inédita dictada durante la Maestría en Comunicación de la Universidad Mesoamericana. Oaxaca, S.P.I
Ignacio Fernández Sarasola (2006) OPINIÓN PÚBLICA Y “LIBERTADES DE EXPRESIÓN” EN EL CONSTITUCIONALISMO ESPAÑOL (1726-1845) Revista Electrónica de Historia Constitucional Número 7 - Septiembre 2006
Jürgen Habermas (1962), Historia y crítica de la opinión pública. La transformación estructural de la vida pública, Ed. Gustavo Gili, México y Barcelona, 1986.
Oscar Ochoa, Comunicación política y opinión pública, McGraw-Hill/Interamericana Editores, S.A. de C.V., México D.F., 2000.

ETAPAS DE FORMACIÓN DE LA OPINIÓN PÚBLICA

República Bolivariana de Venezuela
Ministerio del Poder Popular para la Educación Superior
Universidad Católica Cecilio Acosta
Programa: Comunicación Social
Mención: Desarrollo Social
Maracaibo, Estado Zulia








ETAPAS DE FORMACIÓN DE LA OPINIÓN PÚBLICA






Integrante:
Ronimar Bastidas
C.I. 17.827.632
Sección: 1
Prof. Radamés Larrazabal

Octubre, 2.008


INTRODUCCIÓN
Hoy en día, los medios de comunicación constituyen una herramienta persuasiva que nos permiten mantenernos en continua comunicación con los distintos sucesos sociales, políticos y económicos tanto a escala nacional como internacional.
La rapidez y dramatismo con que los MCM (Medios de Comunicación para las Masas) se han ido incorporando en nuestra realidad, no nos dio tiempo para adaptarlos y adaptarnos. Ante ellos nos es difícil tomar una actitud serena: o nos aferramos a un mundo estático, pre-industrial; o nos desarraigamos por completo quedando a merced de las novedades o estímulos superficiales, e ignorando el pasado.


















ETAPAS DE FORMACIÓN DE LA OPINIÓN PÚBLICA
1. FASE PROBLEMA O SITUACIÓN
A) se produce un hecho o situación
B) se plantea un tema en conversaciones o surge un problema y comienza la discusión
C) El ambiente es propicio al hecho y al tema. Se da el momento oportuno
FASE “PROPUESTA”
A) El tema llega a la gente
b) Surgen y se descartan soluciones
c) Hay un clamor desorganizado
Se Inicia el Debate Público
FASE POLÍTICA
A) Los miembros más activos buscan apoyo en los menos involucrados
B) Aparecen noticias, editoriales, columnas en los periódicos
C) Madura el ambiente y la gente va tomando posición
FASE PROGRAMÁTICA
a. Las instituciones toman decisiones
b. Las decisiones adoptadas se ponen en práctica
FASE DE VALORACIÓN
a. La opinión pública queda consolidada en ese tema
b. Se evalúan periódicamente los resultados de las medidas tomadas
Kimball Young distingue 4 etapas y una conclusión final
1. Planteamiento de un tema en conversaciones. Delimitación
2. Aparecen noticias en los periódicos
3. Madura el ambiente y la gente va tomando posición.
Los elementos irracionales, sentimentales cobran cada vez mayor fuerza
4. Se va logrando el consenso.
Se hacen los sondeos de opinión y se ve lo que sucede con la mayoría. Si se puede votar se logran los votos.
5. La decisión adoptada se pone en práctica
Jean Christian Fauvet
Describe el proceso, por las condiciones en que se da:
1. Se produce un hecho
El ambiente es propicio al hecho y al tema.
2. Se da en el momento oportuno
El hecho encaja en un cuadro significativo.
El tema le “dice” a la gente, le llega.
3. Para que la opinión tome cuerpo es necesario que responda a una necesidad ampliamente sentida
4. Para que la opinión tome cuerpo es necesario que responda a una necesidad ampliamente sentida
5. El hecho se da a conocer en los medios de comunicación
En un proceso total y completo se da una última condición:
6. Reacción del público (compra, sale a la calle, se manifiesta, etc.)
7. La opinión pública queda consolidada en ese tema
RESONANCIA
Es la intervención del público en ese fenómeno de formación de la opinión pública. Sobreviene en el momento en que se han cumplido las demás condiciones y cada persona encuentra un motivo moral, intelectual, cultural o social para participar en la controversia en la que se hallan los medios de comunicación y desarrolla algún comportamiento generado por los contenidos de éstos.



INFLUENCIA DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN
Los medios de comunicación influyen permanentemente en la sociedad, modificando sus modos de vida, sus elecciones, sus costumbres, el consumo y la opinión pública. Hoy en día, constituyen una herramienta eficaz que nos permiten mantenernos en continua comunicación con los distintos sucesos sociales, políticos y económicos tanto nacionales como internacionales. Se han incorporado rápidamente en nuestra sociedad; es cada vez mayor su importancia. Influyen sobre la forma de actuar y de pensar de las personas, logran modificar la forma en que los hombres conocen y comprenden la realidad que los rodea.
Pero todas las ventajas que nos brindan los medios de comunicación masivos pueden convertirse en graves inconvenientes si no son utilizados correctamente. En la actualidad este problema preocupa a la mayoría de la población, ya que se los utiliza para manipular a la sociedad. Además disminuye las relacione afectivas, la sociabilización y el contacto con lo natural.
El influjo que ejercen los medios de comunicación de masas sobre la sociedad actual es innegable, en unos casos esta capacidad de intervención sobre el individuo, y por ende, sobre la colectividad social puede resultar beneficiosa, sin embargo en otras ocasiones, puede tener un efecto realmente perjudicial. Así lo afirma Juan Pablo II al expresar en el año 1996 que “Estos medios tienen una utilidad indiscutible, pero no deben engañarnos ni adueñarse de nuestra vida”.
Así, las sociedades modernas disponen de unos sistemas políticos principalmente basados en los principios democráticos, de este modo, para estos entes el manejo, o gestión de la información tiene un carácter fundamental para sus objetivos, es la llamada teledemocracia, así según el periodista Juan Luis Cebrian “la televisión nació bajo el signo de la política”, y para el psiquiatra Luis Rojas Marcos “la televisión hace mucho bien como fuente de información, como factor de cohesión y como refuerzo de la democracia”, de aquí se desprende que realicemos nuestra primera diferenciación importante entre información, desinformación y manipulación.
El primer concepto obedece a la comunicación de un hecho que por sus características propias tiene interés para la opinión pública, la desinformación es la información errónea trasmitida por parte del emisor, ya sea por falta de celo profesional del informador u otras causas imputables al emisor, al canal, etc, pero a diferencia de la manipulación nunca existe intencionalidad de faltar al principio ético por antonomasia de la comunicación: la veracidad.
La opinión pública en ocasiones recibe tal cantidad de informaciones que es incapaz de reconocer cuales son erróneas y cuáles no, cuales están manipuladas y cuáles no, precisamente esta hiperinformación sitúa al individuo en el punto inverso al que creía estar ubicado, es decir, el receptor de ese enorme flujo informativo no tiene capacidad suficiente como para asimilar y procesar ese ingente material. No es capaz de discriminar lo bueno de lo malo, un ejemplo muy en sintonía con este tema extrapolado del ámbito más general a un espacio más concreto de la información, es la incapacidad de los servicios de inteligencia actuales para dar validez, credibilidad, o certeza a los innumerables mensajes que reciben acerca de una determinada investigación.
Por su parte, la prensa escrita tradicional, no digital se enfrenta a un grave problema: la voracidad de la televisión, así el contenido de una noticia difundido en un periódico un día después ya es historia
Ahora bien, cada medio tiene su forma de tratar el material informativo, así la emisión de una noticia en televisión puede durar una media de uno o dos minutos, en ese tiempo hay que comunicar al telespectador el que, él como el cuándo y el porqué de la noticia, inevitablemente el hecho se va a ver seccionado o mutilado, ya que, por muy buena que sea la labor de síntesis, siempre van a faltar elementos, entendemos que imprescindibles que permitan al telespectador formarse un juicio exacto del hecho difundido.
Así mismo, existen otras teorías que justifican esta instantaneidad de la televisión en el poder que proporciona la imagen, supliendo las carencias de esa aludida celeridad.
Por su parte la radiodifusión, se enfrenta con el reto de tener que utilizar la palabra para proporcionar entidad visual a la noticia, objetivo que se consigue a través de descripciones o narraciones basadas en la aportación de múltiples datos, que permiten al oyente formarse una idea muy exacta de la noticia, a través de la sucesión de testimonios e informaciones que reemplazan esa invisibilidad del hecho noticiable.
Pero en la actual Sociedad de la Información a diferencia de lo que venía ocurriendo anteriormente con los medios de comunicación, tal y como expresaba el filósofo G.H. Gaudmer al decir que “a nuestro sistema de comunicaciones le falta espontaneidad.Todos son pasivos”. Así el elemento más característico de los medios en la nueva Sociedad de la Información es su interactividad.
Los diarios digitales, la televisión interactiva, internet, consiguen ser medios activos, no pasivos,, así hasta hace pocos años el ver la televisión suponía para el telespectador ser un sujeto pasivo sin más opción interactiva que la utilización de un feedback light o zapping, en breve en España podremos elegir contenidos, modificar el comienzo y el desenlace de la trama en las producciones cinematográficas, condimentar el telefilme con más o menos raciones de acción, suspense, comedia, etc. En definitiva, hablamos de una verdadera televisión interactiva o a la carta.
Ahora bien, no es menos cierto que algunos medios de comunicación, denominados sensacionalistas son capaces de crear elevados índices de audiencia difundiendo informaciones que rozan en algunos casos los límites éticos de la cultura de la información, llegando a ocasionar conflictos entre el derecho a la intimidad personal y el derecho a la libertad de comunicación.
Así, en los últimos tiempos asistimos a la irrupción en los platós de televisión de personajes, en algunos casos vulgarmente conocidos con el nombre de frikys, a su vez también existen los llamados vendedores de intimidad, que en tan solo unos minutos pueden acabar con la reputación de un personaje público labrada a lo largo de muchos años de esfuerzo personal, ofreciendo versiones inverosímiles y detalles mendaces y falaces sobre la vida personal y familiar de personas que se ven ciertamente desprotegidas.
En definitiva, las personas públicas, -a pesar de su condición- no deberían estar expuestas a esa denigración social gratuita, pues esa falta de rigurosidad y contraste en el tratamiento informativo origina, en algunos casos daños irreparables en la intimidad del personaje público, que a pesar de acudir a los tribunales de justicia para restablecer su reputación, el eco o impacto social de estos medios, tiene un alcance mediático muy superior al que pueda tener la
Igualmente la posesión o uso de determinados bienes o servicios creados por la publicidad como sinónimo de un determinado status social comporta, que si conduces tal o cual vehículo, o si vistes esta u otra marca obtendrás grandes dosis de autosatisfacción personal y un elevado grado de aprobación social, de este modo, se ha instalado en nuestra sociedad actual la denominada cultura de marca, que es gestionada por parte de todos los operadores económicos que confluyen en el mercado, así algunas empresas utilizan estos signos marcarios para proporcionar al consumidor un plus de calidad en sus productos marcas de garantía y obtener con ello una ventaja competitiva de orden superior con respecto al resto competidores, por su parte muchos consumidores hacen uso de estos signos como símbolos de su poder y capacidad económica, como verdaderas referencias de su status.
En definitiva, la televisión es una fábrica de estereotipos, para directa o subliminalmente crear en el destinatario sensaciones de autoestima, reconocimiento, o distinción social, pero no hay que olvidar que también puede causar el efecto inverso, en caso de que el receptor no se ajuste a esos modelos preestablecidos.
En definitiva, la influencia ya sea positiva o negativa que ejercen los medios de comunicación sobre nuestra sociedad actual, produce una auténtica transformación del individuo.


















CONCLUSIÓN
En las sociedades contemporáneas es cada vez mayor la importancia de los medios masivos y en particular de la televisión. Esta influye sobre la forma de actuar o de pensar de las personas, logra modificar la forma en que los hombres conocen y comprenden la realidad que los rodea.
Se acepta como reales y se considera importante solo aquellos acontecimientos que muestran las cámaras de televisión.
La importancia de la televisión en el proceso de socialización de los chicos y jóvenes y de todos los integrantes de la sociedad están relacionadas con la calidad de los contenidos de los programas educativos, informativos y de entretenimientos que transmite y también de las publicidades que influyen en los hábitos de consumo de la población.
Esta es una característica del hombre posmoderno, que tiende a aferrarse a valores transitorios, débiles y superficiales. Esta es la razón por la cual abordamos este tema creyendo que la única manera que poseemos para no ser cómplices de esta oleada mediática es la información y la concientización sobre el tema.











REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
MARCELA URIBE V. Teoría de la opinión pública. 2003.
NENA- SOBRINA DE CERVANTES. La influencia de los medios de comunicación e la sociedad contemporánea. 2006